Así es la Navidad...

Para empezar, y ya que seré el primero en hacer una entrada para el blog, hare un artículo navideño aprovechando esta época tan esperada, pero a la vez tan temida ya que anuncia el fin de otro año que paso y no nos dimos cuenta.

Navidad es sin duda una Epoca-simbolo de unión y compartir. La navidad saca lo mejor de nosotros, nuestra bondad de repente se activa y brota por todos nuestros poros esparciéndose como una epidemia que se contagia inevitablemente rápido. Hace que aquellas personas con mejores condiciones y oportunidades, aquellas con unos cuantos palos más en el bolsillo y en sus cuentas bancarias, se compadezcan y regalen juguetes a fundaciones que ayudan a que la tradición de recibir juguetes en diciembre no se pierda. Y, aunque estos niños no se molestan en hacer cartas a Santa pidiéndole la última versión de la figura de acción Buzz light Gear original de Matel© que cuesta unos 130.000 pesos, alrededor de unos $47 USD, ellos tienen la ventaja de ser felices con la versión china pirateada que venden en los paisas. O las niñas por su parte que no reciben la nueva casa de muñecas de Barbie© con todo el set para que puedan tener su fiesta en el jardín o ser una veterinaria de medio tiempo que luego se reúne con sus amigas a tomar el té, también nos demuestran con sus conmovedoras sonrisas que la muñeca de 3000 pesos que recibieron será la más fashonista con sus vestidos hechos a mano.

Navidad une a las familias, incluso aquellas tan grandes que están esparcidas por todo el mundo. Ya sea por medio de FaceTime, Skype o una llamada de WhatsApp, tomando un vuelo de última hora para llegar a donde están sus seres queridos o incluso soportar un viaje de hasta 12 horas en carretera, navidad nos une. Porque si no tenemos con quien, no las arreglamos para pasarla bien en compañía. Solo aquellos marginados o con poca suerte para poder compartir con alguien en esta época, deben ser lo suficientemente fuertes para pasar la navidad solos. Eso es para valientes.

Navidad tiene su musiquita especial. tiene un playlist especifico, y ahora que lo pienso, sería muy gracioso ver la generación de hoy escuchando, por lo menos en Colombia, a pastor López en Spotify. De hecho, no sé si se encuentre en la app. No solo en este país, sino en todo el mundo la navidad tiene un sonido a Navidad, un sonido particular. Estos cascabeles que nos anuncian que llega la temporada de fiestas más larga de todo el año. La temporada que empieza justo cuando acaba Halloween y que termina el año siguiente cuando llegan los reyes magos, aunque siendo honestos continua más o menos hasta febrero, cuando ya todas las decoraciones se han ido.

Navidad sin duda tiene lo suyo. Tiene sus pros y sus contras. La navidad puede ser muy bonita, pero ¿sería tan bonita sin tanta pomposidad? Admito que de niño adoraba que mi mama comprara las luces navideñas, decorar el árbol y ver el majestuoso pesebre que construían mis abuelos. Adoraba ver las puertas decoradas y los arcos que entre todos los vecinos colocaban en esas cuadras angostas de barrio para que su cuadra se viera más bonita. Pero todo esto tiene un precio, un precio muy alto. Comprar juguetes, comprar luces, comprar árboles, comprar guirnaldas, comprar ropa, comprar, comprar, comprar. Y si tenemos suficiente dinero, pagarnos unas vacaciones a la costa, de esas que sacan económicas las agencias de viajes. Si somos más afortunados un All Inclusive con todas las de la ley o ir a visitar nuestra tía en el extranjero. No estoy en contra de la navidad, no soy un amargado que quiere acabar con la tradición, no soy un Grinch o un Scrooge.

Me gusta la navidad y desde pequeño he tenido el espíritu navideño muy presente. Esperaba ansioso por la nueva muda de ropa, por quemar martinicas y sonajeros con mis amigos, por asistir a las novenas y por las costillitas de cerdo o la pierna de pavo relleno de Zenu que vendía siempre la misma vecina de la cuadra, esa que siempre anda como con seis catálogos de casi todas las marcas, ya sea de maquillaje, lociones o ropa y que en diciembre sin duda aprovechaba para pedir el catálogo de comida navideña. Pero ahora mismo no puedo soportar ver como el mercado en la navidad se ha dado el lujo de crear también de forma independiente un espíritu de consumismo que mantiene esclavizada a la gente año tras año gastando cantidades arbitrarias de dinero que podrían ser usadas de una mejor forma.

No quiero sonar como el típico revolucionario que está en contra del capitalismo y el consumismo. Quiero hacer ver que la navidad es algo tan bonito como para estar pensando en que no tenemos de pronto suficiente dinero para comprar el regalo de nuestra pareja o a nuestros hijos, para comprarles ropa de costosísimas marcas, porque si les compramos ropa barata en el centro; “Que oso.” Navidad es mucho más bonita que esa competencia entre vecinos por ver quien tiene mejores decoraciones este año. por ver quien estrena la mejor pinta, o quien recibe mejores juguetes. Es más bonita cuando nos centramos en el espíritu real de la navidad.

Y, para terminar, que esta navidad café águila roja te acompañe.

#navidad #colombia